Si sueles leer artículos como éste, seguramente más de una vez habrás visto que nos referimos a las fosas sépticas, y en efecto, ocurre que son muchos los clientes que nos llaman porque necesitan asistencia profesional, tanto para su limpieza y mantenimiento como para la instalación de las mismas en sus viviendas o próximas hogares.
Lo cierto es que de todos modos, muchos lectores pueden no tener en claro aún qué es una fosa séptica y por qué muchos deciden instalar una. Básicamente, hablamos de una cámara hermética, que se coloca para almacenar el residuo de las aguas domésticas, ya que es un primer paso del proceso de separación de la materia orgánica dentro del sistema de saneamiento.
Las fosas sépticas, que son tan habituales en zonas rurales como en las grandes ciudades, son la evolución casi inevitable de los antiguos pozos que se cavaban debajo de las viviendas para llevar allí las aguas residuales evitando los malos olores. Claro, en la actualidad, están fabricadas en materiales mucho más avanzados como fibra de vidrio o PVC.
Y en cuanto a su objetivo, tenemos que decir que básicamente las fosas sépticas están allí para contener primero, y tratar luego, las aguas residuales que no forman parte del sistema de alcantarillado. La idea es que en este punto la parte sólida se separe de la líquida. ¿Cómo? Mediante la descomposición de los componentes no orgánicos.
Luego, claro que existen fosas sépticas de variados tamaños y formas, adaptándose a cualquier vivienda. Incluso, a su construcción le afectan también las temperaturas medias de la zona donde son ubicadas, el tamaño de la casa, y otros tantos.
Si te preguntas dónde colocar la fosa séptica, tienes que saber que se trata de un paso sumamente importante en este tipo de situaciones, ya que de ello dependerá su buen funcionamiento. Es fundamental que no haya riesgos de hundimiento donde vaya a ser colocada. Incluso, siempre deben colocarse a distancia de ríos o arroyos, y lejos del paso de los vehículos como regla general.